Cuenca Hidrográfica del Duero

La demarcación hidrográfica internacional hispano-portuguesa del río Duero está localizada en la parte NO de la Península Ibérica. Cuenta con una superficie de 97.290 km², de los cuales 81% corresponden a territorio español y 19% a territorio portugués, lo que la convierte en la mayor de las cuencas peninsulares.

El clima en la parte española de la Cuenca Hidrográfica del Duero es predominantemente continental, con marcado carácter mediterráneo, excepto en el norte de la cuenca, debido a su aislamiento orográfico, con veranos secos e inviernos fríos. En la parte más occidental, en las proximidades a la frontera portuguesa, el clima es ligeramente más suave, ya que la ausencia de cadenas montañosas permite la influencia del Océano Atlántico.

Las precipitaciones ofrecen una buena correlación con la altitud. La irregularidad en la ocurrencia de las lluvias es muy importante, tanto en su distribución a lo largo del año como en la interanual. Suele llover desde el otoño hasta la primavera, y prácticamente no llueve en los meses del verano. La irregularidad anual ofrece años con valores medios en la cuenca del orden de los 800 mm y otros que apenas llegan a los 300 mm.

De acuerdo con los datos del padrón municipal del año 2002, la población permanente en la parte española de la cuenca del Duero es de unos 2.130.000 habitantes, con una densidad de población de tan solo 27 hab/km², valor bajo o muy bajo en el contexto europeo e incluso en el español. La población se agrupa en 4.359 núcleos urbanos habitados, 3.992 de los cuales cuentan con menos de 500 habitantes.

En la estructura socioeconómica de la cuenca española del río Duero juega un papel fundamental el sector agrario, donde la productividad es mayor que la media nacional (11,3% en 1985), y con una población ocupada del 22,5% en 1989. El sector industrial ha alcanzado en los últimos años una productividad superior a la media nacional del 12%, siendo la industria química, la transformación de los metales y la producción de energía los más relevantes. El sector de los servicios ha experimentado un fuerte crecimiento en las actividades terciarias.

En la parte española de la cuenca del Duero existen un total de 70 embalses, que totalizan una capacidad de 7.672 hm³, de éstos, 14 embalses están destinados exclusivamente a la producción energética con una capacidad de 4.457 hm³, ubicados en su mayor parte en la zona baja de la cuenca, próxima a Portugal.

La superficie de la parte española de la cuenca es de 78.910 km², con una precipitación media de 640 mm/año.

En la siguiente tabla se presentan los embalses principales y longitud de conducciones más relevantes, siendo estas en su mayoría canales.

El número de embalses principales asciende a 34 siendo el volumen útil embalsado de 6.805,6 hm³. La longitud de las canalizaciones es de 3.530 km.

En cuanto a las estaciones de control, la Confederación Hidrográfica del Duero cuenta, en la parte española, con una red de 400 pluviómetros, con datos mensuales desde 1940/41. También dispone de una Red Foronómica, con un total de 114 estaciones, de las cuales 79 cuentan con equipamiento automático de medida y registro de parámetros hidrológicos y con sistemas de transmisión de datos. Cabe destacar que recientemente se han iniciado las obras de las primeras Estaciones de Aforo del Sistema Automático de Información Hidrológica de la Cuenca del Duero (SAIH).

La red hidrográfica de los ríos que conforman la cuenca española del Duero representa algo más de 50.000 km de cauces, repartidos entre los ríos principales y sus afluentes. El río Duero es el cauce principal con una longitud de 572 km en territorio español, desde las Fuentes del Duero en Duruelo (Soria) hasta la frontera con Portugal.

La pendiente media del tramo de cabecera, desde las Fuentes del Duero hasta la ciudad de Soria, es de 14,8m/km. Desde Soria hasta la frontera portuguesa recorre los suelos blandos formados por los sedimentos terciarios a lo largo de 499 km, con una pendiente media de 1,0 m/km. El tramo internacional, que hace frontera hasta la confluencia con el río Águeda, tiene unos 112 km con una pendiente media de 3,7 m/km.

En el recorrido fronterizo el río Duero cuenta con 402 m de desnivel, donde se realizan aprovechamientos hidroeléctricos fijados en 1927 por un acuerdo internacional entre ambos países. A Portugal se le atribuyó el tramo superior comprendido desde su origen hasta la confluencia con el río Tormes (195 m de desnivel) y el tramo inferior desde la confluencia del río Huebra hasta el final (con un desnivel de 6 m). A España se le adjudicó la explotación del tramo comprendido entre la confluencia de los ríos Tormes y Huebra, con un desnivel de 201 m.

La aportación media anual en régimen natural del río Duero, en la parte española, se ha estimado en el Plan Hidrológico del año 1998 del orden de 13.500 hm³/año, que corresponde a la aportación del río Duero en el embalse de Saucelle, incluyendo además de los ríos Huebra y Águeda que desembocan aguas abajo de Saucelle.

Se debe tener en cuenta que el cambio climático afectará significativamente a los recursos. Los expertos aventuran una reducción en torno del 5% de la aportación, junto con un cierto aumento de su irregularidad estacional.

La importancia de la escorrentía subterránea en la aportación total de la cuenca está siendo valorada en el marco de los estudios que se realizan para la preparación del nuevo Plan Hidrológico. Los primeros avances obtenidos permiten aventurar que en torno a un 30-35% de la descarga total del Duero procede de la lenta aportación de los acuíferos de su cuenca.

En la parte española de la Demarcación Hidrográfica del Duero se han definido, según las categorías de la DMA, un total de 297 masas de agua superficial, dentro de la categoría ríos. También se han definido 31 masas de agua subterránea que cubren, prácticamente, toda la superficie ocupada por la misma.

La SEQUÍA es un fenómeno relativamente frecuente en la cuenca del Duero, e importante desde el punto de vista socioeconómico, tanto en la producción hidroeléctrica como en la agricultura, sector sobre el que incide especialmente.

Los estudios llevados a cabo sobre las sequías históricas en la parte española de la cuenca del Duero, destacan el ciclo de sequía que abarca desde el año 1990 a 1995 que afectó en general a toda España, siendo los peores años 1991/92 y la sequía del año hidrológico 2004/05.

El Plan Hidrológico Nacional de España establece la necesidad de llevar a cabo una serie de actuaciones para optimizar la gestión de sequías. Sobre esta base, la Confederación Hidrográfica del Duero elaboró una primera versión del Plan Especial de actuación en situación de alerta y eventual sequía (PES). La Confederación Hidrográfica del Duero a través del PES, lleva a cabo la gestión y seguimiento de indicadores de previsión para situación de normalidad, como para la aplicación de medidas operativas en sequía y en los análisis postsequía.

Los niveles de sequía establecidos son: estado de normalidad, de prealerta, de alerta y de emergencia. El sistema de indicadores que se emplea se basa en la medición de parámetros hidrológicos, como: volúmenes en embalses, aforos y pluviometría (de estaciones definidas en el Convenio Albufeira).

En materia de AVENIDAS, en el Plan Hidrológico de la cuenca española del Duero se definieron dos programas. Uno de los programas consiste en el estudio del fenómeno hidrológico-hidráulico y de delimitación de zonas inundables, y cuyas actuaciones se pueden catalogar de dos tipos: estudios hidrológicos y estudios hidráulicos. El otro programa es de infraestructuras y sistema de gestión para la previsión y defensa de avenidas, cuyas actuaciones consisten en la definición de medidas de protección activa y pasiva, definición de normas de explotación de los embalses, infraestructuras que minimicen los daños y una prevención y alarma de avenidas en tiempo real, contando con la información proporcionada por el SAIH de la cuenca.

Las demandas de agua son generadas por la población y por las diferentes actividades económicas; básicamente agricultura de regadío, ganadería, industria, (incluyendo la producción de energía) y turismo.

Para atender los usos consuntivos de la parte española de la cuenca se cuenta con una capacidad de 3.215 hm³ distribuidos en 56 embalses. Por otra parte, en la utilización de aguas subterráneas, de los aproximadamente 1.700 hm³ que constituyen la entrada media anual, se extraen del orden de 990 hm³, de los cuales unos 840 se destinan a la agricultura, unos 40 a abastecimiento y el resto a la industria.

  • REGADÍO: La superficie de regadío con aguas superficiales, en la cuenca española del Duero, es de 387.440 ha, de las que el 67 % corresponden a regadíos estatales y el resto a regadíos concesionales. La superficie total regada, incluyendo la regada con aguas subterráneas es de 536.120 ha. Considerando la dotación fijada en el Plan Hidrológico de cuenca la demanda de riego se aproxima a 3.450 hm³/año, de los que cerca del 75% provienen de agua superficial y el 25% restante de agua subterránea.
  • ABASTECIMIENTOS URBANOS: El abastecimiento urbano en la cuenca española del Duero tiene una demanda de unos 350 hm³/año, de los que del orden del 25% se atienden con bombeos de agua subterránea.
  • USOS INDUSTRIALES Y ENERGÉTICOS: En la parte española de la cuenca del Duero, se estima una demanda industrial de 29,54 hm³/año y el de agua vertida en 23 hm³/año. Se contabilizan 180 centrales de producción de energía hidroeléctrica, con una potencia instalada de 3.787 MW y un producible medio anual de 7.603 GWh. Las principales instalaciones se encuentran asociadas o próximas al tramo internacional, para aprovechar el desnivel, contándose con 14 embalses de uso hidroeléctrico exclusivo, con una capacidad total de 4.457 hm³ que tienen una potencia instalada de 3.022 MW, lo que representa un 80% de la potencia total de este tipo, instalada en la cuenca española del Duero. Estos embalses son pertenecientes y gestionados por empresas de producción eléctrica.  Por otra parte, en la cuenca española del Duero, existen dos centrales térmicas convencionales con una potencia conjunta de 1.118 MW. Dichas centrales son las de Guardo, que utiliza 8,5 hm³/año de agua y la de La Robla con 24 hm³/año para su refrigeración, cantidades de agua que se devuelven, en su mayor parte, al sistema hídrico con un leve incremento de temperatura.

La Confederación Hidrográfica del Duero dispone de diversas herramientas de gestión de la calidad, que se dividen básicamente en dos apartados:

  • Gestión Directa de los Vertidos de Aguas Residuales
  • Vigilancia de la Calidad de las Aguas Superficiales y Subterráneas.

La gestión de vertidos se basa en la tramitación de autorizaciones de vertido y la vigilancia del cumplimiento de los límites de emisión para los diferentes contaminantes.

La vigilancia de la calidad de aguas superficiales y subterráneas se realiza a través de diversas redes que están conformadas por estaciones ubicadas estratégicamente en los ríos, en donde se toman muestras periódicamente que posteriormente se analizan en el laboratorio.

El control de la calidad de las aguas superficiales se realiza por medio de la Red Integral de Calidad de las Aguas o Red ICA. Esta red dispone de un total de 149 puntos de muestreos por toda la cuenca, realizando controles fisicoquímicos y microbiológicos. La Red ICA cuenta a su vez con una Red de Alerta, que a través de 27 estaciones controlan en tiempo real una serie de parámetros básicos de calidad (pH, temperatura, oxígeno disuelto, conductividad, turbidez, amonio y en algunos casos carbono orgánico, fosfatos y cromo) en puntos considerados como críticos.

El control de la calidad de las aguas subterráneas se realiza a través de la Red de Control de Nitratos en Aguas Subterráneas, una red específica de control de las especies nitrogenadas en los acuíferos de la cuenca, diseñada para cumplir con las exigencias de la Directiva de Nitratos 91/676. La red de control de nitratos está compuesta actualmente por 102 puntos, aunque hasta ahora, sólo se dispone de datos analíticos en 85 puntos. La red oficial de control está integrada por 113 puntos de control en pozos, sondeos o manantiales. El total de puntos analizados es, pues, de 198 puntos.

El conjunto de todas estas redes y sus sistemas de gestión constituyen el sistema SAICA o Sistema Automático de Información de la Calidad de las Aguas.

Junto a estas redes gestionadas directamente desde la Confederación Hidrográfica, existen otras redes complementarias cuya gestión directa corresponde a otros organismos públicos. Entre ellas cabría destacar la Red de Control de la Calidad de Aguas de Baño (gestionada por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, y la Red Radiológica ambiental (gestionada por el CEDEX).

Listado cuencas hidrográficas